"Fueron tres veces que me sumergí y dije : " YA NO AGUANTO MAS" a la cuarta saque mi mano en símbolo de piedad y clemencia , apenas pude sacar el antebrazo , pero sentí una mano compasiva que apretó fuerte y me pudo sacar de esa realidad húmeda...........
Albert Bautista Avalos Abogado, Escritor, Conferencista. |
EL BATISTIANO
Carlosocial7@hotmail.com
Un verano de aquellos cuando volví al encuentro real de un fondo salado , oscuro y tenebroso , nunca estuvo tan cerca de morir , salí entre manos desesperadas agobiado me hundía como pez sin aletas , sin branquias , ya no podía respirar , en ese momento no existían recuerdos , lamentaciones , solo desesperación y un grito de !AUXILIO! que se perdía en el eco marino . Nos fuimos en bote pasando el muelle de Tambo de Mora , salte al mar pensando que mis clases de natación en el colegio me ayudarían , craso error parecía un suicidio ¿ A quien se le ocurriría tirarse de un bote sin saber nadar? Yo mismo hago un mea culpa , como rayos mantendría mi cuerpo a flote con tan solo chapotear como niño en piscina familiar.Fue una locura hacerlo , pero lo hizo pensando en que ?.
Estaba a punto de morir en un mar desconocido , yo a penas tenia 20 años , estaba estudiando en la Universidad , lo peor es que nadie sabia, mas que un grupo de amigos que nos decidimos aventurar y desafiar al mar , comimos ceviche antes de surcar el mar, escuchando música , gritando " En el mar la vida es mas sabrosa" .Ahogándome buscaba el bote para subir, pero la altura del bote era de 3 metros no podía alcanzar el trancanil , trataba de agarrarme de la roba del bote, pero estaba resbalosa y llena de algas .
Fueron tres veces que me sumergí y dije : " YA NO AGUANTO MAS" a la cuarta saque mi mano en símbolo de piedad y clemencia , apenas pude sacar el antebrazo , pero sentí una mano compasiva que apretó fuerte y me pudo sacar de esa realidad húmeda.Esa mano amiga que me salvo la vida fue mi amigo Gabriel Gallo nunca olvidare su destreza instintiva por salvarme , yo pensé que no había nadie en el bote , pero fue el único que se quedo. Una vez en el bote, llegaron nadando mis 4 amigos, preguntándome como me encontraba, yo en ese momento no quería hablar , solo presagiar que hubiera pasado si moría. estaba anclado al recuerdo de mis lamentos y sufrimientos.
No me sentía bien, estuve palidecido por muchas semanas , lo curioso de todo es que nunca trague agua , pero si mucha necesidad de sentir un abrazo que me despoje del karma sombrío que tuve que pasar en un verano del año 2004. Esta es una historia de sobrevivencia de las muchas que tuve que pasar , un gran consejo nunca desafíen el camino de la vida cuando aun no la conocen, todos trazamos nuestro destino , el destino no nos busca , somos nosotros quienes buscamos esa dirección. La vida nos enseña con experiencia y no con ocurrencias, las canciones se bailan y se cantan , podría decir que el destino es una canción nosotros escogemos la canción y según la melodía bailaremos y cantaremos por el resto de nuestras vidas.